CUANDO LA LIBERTAD Y EL DESPRENDIMIENTO TE HACEN FELICES III
Cuando no arriesgas tu libertad para tenerla, comienzas a perderla… porque la libertad que tienes se confirma cuando decides y eliges en el bien y en la verdad.
Cuando no dejas partir a tu hijo hacia la vida, comienzas a perderlo… porque nunca lo verás volver a ti, libre y maduro.
Recuerda siempre : No existe precio por la libertad, pero sí, una bellísima recompensa para quien la utiliza con grandeza de alma…
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