
ROGAR Y CANTAR A MARIA
Recibe luego al alma que se aleja de este destierro, e introdúcela a través de las puertas del cielo a los dichosos lugares del paraíso. Colócame junto a ti y habla en mi favor al Hijo tuyo, Rey de los siglos, con palabras buenas y suaves, tú que recibiste aquel saludo santo y bendito de la boca de Gabriel. Por su poder dígnate protegerme en vida y en la muerte, y haz que yo pueda manifestar a menudo, con reconocimiento y con devoto corazón, tu alabanza y la gloria de tu dulce y bendito nombre.
Share: