Lecturas de hoy Sábado de la 4ª semana del Tiempo Ordinario
Primera lectura
En aquellos días, Salomón fue a Gabaón a ofrecer allí sacrificios, pues allí estaba la ermita principal. En aquel altar ofreció Salomón mil holocaustos.
En Gabaón el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que quieras.»
Respondió Salomón: «Tú le hiciste una gran promesa a tu siervo, mi padre David, porque caminó en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón; y le has cumplido esa gran promesa, dándole un hijo que se siente en su trono: es lo que sucede hoy. Pues bien, Señor, Dios mío, tú has hecho que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono, aunque yo soy un muchacho y no sé desenvolverme. Tu siervo se encuentra en medio de tu pueblo, un pueblo inmenso, incontable, innumerable. Da a tu siervo un corazón dócil para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien, pues, ¿quién sería capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?»
Al Señor le agradó que Salomón hubiera pedido aquello, y Dios le dijo: «Por haber pedido esto y no haber pedido para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste discernimiento para escuchar y gobernar, te cumplo tu petición: te doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Y te daré también lo que no has pedido: riquezas y fama, mayores que las de rey alguno.»
Palabra de Dios
Salmo
R/. Enséñame, Señor, tus leyes
¿Cómo podrá un joven andar honestamente?
Cumpliendo tus palabras. R/.
Te busco de todo corazón,
no consientas que me desvíe
de tus mandamientos. R/.
En mi corazón escondo tus consignas,
así no pecaré contra ti. R/.
Bendito eres, Señor,
enséñame tus leyes. R/.
Mis labios van enumerando
los mandamientos de tu boca. R/.
Mi alegría es el camino de tus preceptos,
más que todas las riquezas. R/.
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, me pongo en tu presencia para poder llenarme de ti, que Tú seas el único que reine en mi corazón. Se tú, Señor, quien dé en mi día a día a mis hermanos.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco». Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En este Evangelio Jesús nos invita también a nosotros a descansar. El seguimiento de Jesús no es un camino fácil, Él mismo dijo que el que no se niegue a sí mismo no era digno de seguirle. Jesús es plenamente humano, sabe preocuparse por sus discípulos y sabe conmoverse por la gente que le busca.
Jesús, nos invita con este Evangelio a no desertar de nuestra misión a pesar de nuestro cansancio. Jesús es el primero que se lanza en busca de las personas que le seguían. Sigamos pues ese ejemplo de nuestro maestro y luchemos a pesar del cansancio para llevarlo a los demás.
«Jesús proclama ante la mirada sorprendida de todos: Dios es cercano y quiere cuidar de mí, de ti, de todos. Y este es el modo de tratar de Dios: la cercanía». (S.S. Francisco, Domingo de la palabra de Dios, 23 de enero de 2022).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Proponte ser un buen seguidor de Jesús, saliendo al encuentro de los demás, especialmente de quien más lo necesite.