GOTAS DE ESPERANZA
Un santo monje, muriendo, decía a sus compañeros que estaban en torno al lecho: «He aquí que ha terminado el breve plazo de mi padecer. Ahora me sucede a mí como a quien va al mercado, que con poco dinero compra mucho. Yo he pasado pocos padecimientos y con ellos he conquistado una inmensa riqueza: ¡la felicidad eterna del cielo!»
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