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Pensamiento del día

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Lo que no logres hoy, quizá mañana lo lograrás, no es tiempo todavía; nunca en el breve término de un día madura el fruto, ni la espiga grana. No son jamás en la labor humana vano el afán, ni inútil la porfia; quien con fe y con valor lucha y confía los mayores obstáculos allana. Trabaja y persevera,

Sólo la virtud puede elevarse hasta allí (el bien supremo); su paso es quien ha de dominar esa pendiente; ella permanecerá firme y soportará todos los acontecimientos, no sólo pacientes, sino voluntariamente, y sabrá que toda la dificultad de los tiempos es ley de la naturaleza (Séneca, De vita beata, XV) Al hombre justo y tenaz en

MARIA DURANTE LA INFANCIA DE JESUS Te bendigo además, por la inmensa humildad de tu Santísima Madre y por su espontánea sumisión a los preceptos de la ley. En efecto aun siendo Virgen Santa en el parto y después del parto, no rehusó someterse al rito de la purificación. Ofrenda maravillosa y reparación gratísima, porque era libre

MARIA DURANTE LA INFANCIA DE JESUS Te bendigo y te agradezco, Señor Jesucristo, autor de la pureza, por tu humilde presentación en el Templo de Dios donde, con víctimas y ofrendas, como uno de los hijos de Adán, fuiste presentado por tus padres y fuiste rescatado mediante cinco monedas, igual que un pobre esclavo que se compra

El Sufrimiento y el dolor son inseparables de una inteligencia vasta y de un corazón profundo (Crimen y Castigo, Dostoyeski). El que se sacrifica a sí mismo nunca yerra (Bulwer Litton) Vivir para otros no es sólo ley del deber, sino ley de la felicidad (A.Comth) Cuanto más se niegue a sí mismo, tanto más recibirá de los dioses

Puede que sea necesario gastar cinco minutos más, que haya llegado la hora de cerrar y que vivas muy lejos; es posible que creas que cosas más importantes te están obligando a correr; puede ser que sea más fácil (y más vergonzoso también) hacerlo mal hecho. Pero

MARIA Y EL MISTERIO DE LA ENCARNACION   Oh Santa y dulce infancia, que infunde en el corazón de los hombres la verdadera inocencia, por la cual toda edad retorna a ti dichosa y se vuelve semejante a ti, no por debilidad de los miembros, sino por la humildad de los sentimientos y por la bondad de las

MARIA Y EL MISTERIO DE LA ENCARNACION   Oh Jesús, Hijo unigénito de Dios, agradezco tu milagroso e ilustre nacimiento, en virtud del cual tenemos acceso a esta gracia en la que vivimos, y confiamos en la esperanza de la gloria de los hijos de Dios, que el cielo ha prometido. Tú eres la prenda de nuestra redención;

Pero el que tiende a la virtud, aún cuando haya avanzado mucho, necesita, sin embargo, algún favor de la fortuna, mientras aún lucha entre los afanes humanos, mientras desata aquel nudo y todo lazo mortal.(Séneca, De vita beata, XVI) La insolencia y la excesiva estimación de sí mismo y una hinchazón orgullosa que os eleva a los