GOTAS DE ESPERANZA
San Carlas Borromeo, para tener la muerte ante la vista, la hizo pintar en un ángulo de su palacio por donde paseaba frecuentemente. El pintar la representó de la manera acostumbrada, con una guadaña en las manos. — ¿Por qué ponéis a la muerte una guadaña? —preguntó el santa. — Porque siega a los vivas —le contestó el pintor
GOTAS DE ESPERANZA
Un terrible ejemplo de desesperación es Judas después de la traición (Mt 27, 3-5). La desesperación es pecado porque juzga mal a Dios, el cual perdona siempre todo pecado, por grande que sea, si el pecador se arrepiente y pide perdón.
GOTAS DE ESPERANZA
Un párroco visitó en una ciudad populosa a un mendiga al cual había dada ya cuantiosas limosnas. Le encontró en su miserable habitación, con un compañera, haciendo un plan de reforma de la lotería que quería presentar al ministerio. . — ¿Cómo? —exclamó el párroco, sorprendido—, ¿Jugáis a la lotería? — Naturalmente —contestó el hambre—, algo hemos de
GOTAS DE ESPERANZA
Un párroco visitó en una ciudad populosa a un mendiga al cual había dada ya cuantiosas limosnas. Le encontró en su miserable habitación, con un compañera, haciendo un plan de reforma de la lotería que quería presentar al ministerio. . ¿Cómo? exclamó el párroco, sorprendido, ¿Jugáis a la lotería? Naturalmente contestó el hambre, algo hemos de tener de
GOTAS DE ESPERANZA
¡Era un muchacho aquel rey de Macedonia, Alejandro! Y muy ambicioso. Un día habló a sus generales: Mañana caeremos sobre los tebanos; los aniquilaremos. Pero no pararemos ahí: la ambición me empuja. Lógica pregunta de sus viejos generales: «¿Hacia dónde?» ¿Adónde iremos? contestó, cada vez más convencido Conquistaremos Grecia y Persia, después Egipto, luego Arabia, seguidamente India, y finalmente
GOTAS DE ESPERANZA
Santa Catalina de Siena († 1380) tenía a menudo visiones. Una vez se le apareció Jesucristo con dos coronas en la mano, una de oro y la otra de espinas, y le dijo: «Escoge una de estas dos coronas; mas sabe que si quieres en esta vida la de oro, tendrás la de espinas en la otra;
Lecturas del jueves 8 agosto 2024 de la XVIII Semana del Tiempo Ordinario.
Primera Lectura Lectura del profeta Jeremías (31,31-34): Mirad que llegan días –oráculo del Señor– en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto: ellos quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor
Lecturas del Miércoles 7 agosto 2024 de la XVIII Semana del Tiempo Ordinario.
Primera Lectura Lectura del libro del profeta Jeremías (31,1-7): En aquel tiempo –oráculo del Señor–, seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo. Así dice el Señor: Halló gracia en el desierto el pueblo escapado de la espada; camina Israel a su descanso, el Señor se le apareció de lejos. Con amor
Lecturas del la Transfiguración del Señor
Primera Lectura Lectura de la profecía de Daniel (7,9-10.13-14): Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a
Lecturas del Lunes 5 agosto 2024 de la XVIII Semana del Tiempo Ordinario
Primera Lectura Lectura del libro de Jeremías (28,1-17): Al principio del reinado de Sedecías en Judá, el mes quinto, Ananías, hijo de Azur, profeta natural de Gabaón, me dijo en el templo, en presencia de los sacerdotes y de toda la gente: «Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: «Rompo el yugo del rey de