VANIDAD DE LA VIDA
¿Habéis visto, por las calles de la ciudad, esos cortejos fúnebres que acompañan la vanidad de la vida a la triste realidad de los cementerios? Yo vi una vez uno ostentoso y lleno de aparato. El muerto iba en un arcén de roble reluciente y tachones dorados; la carroza. agobiada por el peso de las coronas,
VANIDAD DE LA VIDA
Dionisio el Viejo, tirano de Siracusa durante cuarenta años, después de haber vencido repetidas veces a los cartaginenses y haber extendido su reino hasta Reggio y Crotona, temía tanto perder las riquezas y la vida que llevaba continuamente debajo de sus vestidos una coraza de hierro, se hacia afeitar por sus hijos, por temor al barbero,
VANIDAD
En cierta ocasión un mal cazador disparó contra un ganso salvaje (así reza el cuento), pero no pudo quitarle más que las plumas de la cola. Y tan desgraciado fue el pobre animal, que no le quedaron más que dos plumas. ¡Pobre ganso! Todos se reirían de él. En vista de esto resolvió emprender una vida errante. Después
VANIDAD
En la mitología hay una fábula que os voy a repetir porque hasta del error podemos nosotros sacar una enseñanza de verdad. Es la conocida fábula de Narciso. Narciso se miró una vez en una fuente de agua y tal era la ceguera de su vanidad, que quedó enamorado de sí mismo. Parecióle ajena hermosura lo que
VANIDAD
Las pequeñeces tienen un poder enorme en la vida moral. Napoleón tenía un talento soberano y habría podido servir muchísimo a la humanidad. Pero le hizo tropezar y causó su propia perdición un solo defecto: su vanidad sin medida.
VANAGLORIA / PRESTADA AL RIDICULO
Pienso en el jumento que llevaba a Cristo el día de Ramos. Y me digo: ¡Cómo se habrían reído del burro si, al escuchar los aplausos de la muchedumbre se hubiese ensoberbecido y hubiese comenzado ‑ asno como era ‑ a dar las gracias a diestra y siniestra con reverencias de prisma donna.
VANAGLORIA / NECEDAD
La babosa de la vanagloria que se arrastraba sobre un obelisco miró la baba y dijo: Ahora sé que dejaré mi impronta en la historia.
VANAGLORIA
Alcibíades, dijo en una ocasión con orgullo ante su maestro Sócrates cuántas haciendas y tierras tenía en las cercanías de Atenas. Sócrates sacó un gran mapa: "Muéstrame, ¿dónde está Asia?" Alcibíades mostró un gran continente. "Bien, y ahora, dónde está Grecia?" Y también se la mostró, pero ¡qué trozo de tierra más pequeño en comparación de
VANAGLORIA
Huyendo Napoleón de la desastrosa derrota de Waterloo, se hospedó una noche en una humilde posada sobre cuyas negruzcas paredes se veía un retrato de Luis XVI. — ¿Quién es éste? — preguntó a la posadera. — Nuestro rey — respondió ella. Hacía tiempo que el rey y toda la familia real, habían sido decapitados, hacía tiempo que Napoleón,
VANAGLORIA
Conocéis a ese gran emperador que conquistó Grecia, Persia, Arabia, Egipto. La tierra tembló en su presencia, pero la muerte no le tuvo compasión. Murió Alejandro Magno, y cuatro viejos generales cargaron su cadáver, encerrado entre cuatro tablas. Y otro viejo general que los seguía, señalando con la las cercanías de Atenas. Sócrates sacó un gran mapa: "Muéstrame,