DICHOSO EL PUEBLO QUE ALABA
Salmo 89 (88), 16 Dichoso el pueblo que la aclamación conoce; a la luz de tu rostro, oh Yahvé, caminan
HIMNOS DE ALABANZA
I Crónicas 16,8 y siguientes y Jueces 5, 1-31. Tobías 8,5 Ella se levantó y empezaron a suplicar quedar a salvo. Comenzó él di- ciendo: ¡ Bendito seas tú, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu nombre por todos los siglos de los siglos! Bendíganlo los cielos, y tu creación entera, por los siglos todos.
ALABAR A DIOS ES SALMODIAR Y CONTAR LAS MARAVILLAS DE DIOS
Crónicas 16,23 Canten a Yahvé toda la tie- rra, anuncien su salvación día tras día. 24 Cuenten su gloria a las naciones, a todos los pueblos sus maravillas. Salmo 9-10, 12 Salmodien a Yahvé, que se sienta en Sión; publiquen por los pueblos sus hazañas; 13 que El pide cuentas de la sangre, y de ellas se
ALABAR A DIOS ES UNA OCUPACION IMPORTANTE EN NUESTRA VIDA
Salmo l 19 ( l IR), 175 Viva mi alma para alabarte, y ayúdenme tus juicios. Salmo 146 (/45), l ¡Aleluya! ¡Alaba a Yahvé, alma mía! 2 A Yahvé, mientras viva, he de alabar, mientras exista salmodiaré para mi Dios.
ALABAR A YAHVEH ES RECONOCER SU GRANDEZA
ALABAR A YAHVÉH ES RECONOCER SU GRANDEZA Salmo 47 (46), 2 ¡Pueblos todos, agiten pal- mas, aclamen a Dios con clamores de júbilo! 3 Porque Yahvé, el Altísimo, es terrible. Rey grande sobre la tierra toda. Salmo 57 (56), 12 ¡ Álzate, oh Dios, sobre los cielos, sobre toda la tierra, tu gloria! Salmo 86 (85), 9 Vendrán todas las
BROTA DE LA ADMIRACION DE LA BONDAD DE DIOS
Lucas 1,64 Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. (Habla San Lucas de 'Zacarías a quien Dios acababa de curar de su mudez.} Lucas 2,38 Como se presentase en aquel preciso momento, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban fa redención de Jerusalén. Lucas 7,
CONOCER A MARIA
"MARÍA YE EL MISTERIO DE LA RESURRECCIÓN" Ella no fue con las otras mujeres a visitar tu sepulcro, no por debilidad, por miedo o por la intensidad del dolor, sino porque abrigaba la total certeza de que ibas a resucitar al tercer día. Por lo cual, esperanzada en que acudirías a su encuentro, se quedó en
CONOCER A MARIA
"MARÍA Y EL MISTERIO DE LA RESURRECCIÓN" Te bendigo y te doy gracias, Señor Jesucristo, Hijo unigénito de Dios que te encarnaste por nuestra salvación en el seno de la Virgen María por tu gloriosa y verdadera resurrección, que hoy ha tenido lugar; y sobre todo por tu aparición sumamente jubilosa y secreta, que te dignaste