LOS GENTILES SON CASTIGADOS POR NO DAR GRACIAS
Romanos 1,21
ACCIÓN DE GRACIAS
EJEMPLO DE ACCIÓN DE GRACIAS: II Samuel 7,17 y ss I Crónicas 17,16-26 HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS: Eclesiástico 51, 1-12 JESUS LAS DA. Mateo 26, 27 Lucas 22, 19 Juan 11,41 I Corintios 1,14 Filipenses 1,3 II Timoteo 1,3
DAR GRACIAS A DIOS POR LOS ALIMENTOS
Deuteronomio 8,10 Comerás hasta hartarte y bendecirás a Yahvéh tu Dios en esta espléndida tierra que te ha dado. Isaías 62,8 Ha jurado Yahvéh por su diestra y por su fuerte brazo: "No daré tu grano jamás por manjar a tus enemigos. No beberán hijos de extraños tu mosto por el que te fatigaste. 9 sino que
ALABAR AL SEÑOR POR SUS BENEFICIOS
Salmo 52 (51) 11 Te alabaré por lo que has hecho; esperaré en tu nombre, porque eres bueno con los que te aman.
CUANTOS BENEFICIOS QUE AGRADECER
Salmo 40 (39) 6 ¡Oh cuantas maravillas, Yahvéh. Dios mío, qué de designios has hecho con nosotros: no hay comparable a ti! Yo quisiera publicarlos, pregonarlos, más su número excede toda cuenta.
GRACIAS POR HABER RECIBIDO AYUDA
Salmo 28 (27) 7 Yahvéh mi fuerza, escudo mío, en el confió mi corazón y he recibo ayuda; mi carne de nuevo ha florecido, le doy las gracias de todo corazón. Salmo 30 (29) 2 Yo te ensalzo. Yahvéh, porque me has levantado, no dejaste reírse de mí a mis enemigos. 3 Yahvéh, Dios mío, clamé a
SEA JUBILOSA NUESTRA ACCIÓN DE GRACIAS
Salmo 122 (121) Canción de las subidas. De David. ¡Oh, que alegría, cuando me dijeron: Vamos a la Casa de Yahvéh!
LO PRIMERO QUE HACE ISRAEL, AL SER LIBERADO, ES DAR GRACIAS
Exodo 15, 1 y ss.
POSTRIMERIAS / FRUTOS DE SU CONSIDERACION
Si de continuo pensases más en tu muerte que en el largo vivir, no hay duda de que enmendarías con mayor fervor. Si pusieses también ante tu corazón las penas del infierno o del purgatorio, creo yo que muy de ganas sufrirías cualquier trabajo y dolor, y no temerías ninguna aspereza (Imitación de Cristo, 1,21,5).
PORNOGRAFIA / CONSECUENCIAS
Estamos en el infierno. Llegan dos pecadores. Uno fue asesino; el otro, escritor de novelas pornográficas. Recibieron dos castigos diferentes: fuego intenso y rápido para el asesino; fuego lento por toda la eternidad para el escritor. Temblando, el escritor había preguntado: - ¿Por qué esta discriminación? Yo no he robado, ni matado a nadie, y se me castiga